El tejido ancestral
"Wareke
es la araña, la única que enseñó a tejer a los wayuu.
Wareke
siempre hace los dibujos antes de la primavera.
Wareke es una artesana, cuando amanecía ya tenía
hechas fajas y chinchorros. Los wayuu se preguntaban cómo los había
hecho.
Entonces ella empezó a contarles y ellos
aprendieron.
Wareke enseñó primero a una sola mujer.
—Yo les enseño a tejer, si ustedes me dan un burro
o una cabra—, dijo la mujer que aprendió primero.
Entonces los wayuu dieron sus prendas y
collares.
Wareke se enamoró de un wayú y se fugó con él.
El la llevó donde su familia, y la madre del wayú
le dijo:
—Toma este material para que hagas fajas.
Y Wareke se comió todo el algodón. De su boca salía
el hilo ya torcido y preparado. Wareke tejía por la noche y al amanecer ya
tenía una faja hecha.
Wareke observaba a los wayuu cuando tejían en el
telar, entonces ellos decían: —Quítate, tú eres muy pipona. ¿Qué haces aquí,
pipona?
Y ella decía:
—Si supieran ustedes lo que tengo en mis manos, que
tengo los mejores diseños. Y yo se los voy a regalar...
Entonces Wareke y los wayuu se comunicaron para
hacer lo que hoy día es Kannás (telaraña).
Wareke dijo a los wayuu:
—Ustedes creen que yo soy una cualquiera, vengo a
observar que no han podido hacer lo que ustedes aspiran.
Entonces Wareke empezó a hacer un caminito con cada
diseño y ellos entendieron, captaron y aprendieron. Enseñaba a las muchachas
que permanecían en el encierro, les pedía mucha atención, que no miraran para
los lados, que no se distrajeran, pues ella no podía estar enseñando
siempre.
Entonces wayú aprendió de Wareke"
Origen del tejido Wayuu
Cuenta la
tradición Wayuu, que en un sitio no identificado de la península, un joven
cazador se encontró con una niña huérfana, abandonada a su suerte. El cazador
condolido se la llevo a su casa entregándola a sus hermanas, con el fin de
atenderla y enseñarle los oficios femeninos. Las tres hermanas del joven desde
un primer momento rechazaron a la niña lo cual hizo que el mismo se encargara
de sus cuidados y socializaciones. Cuando Irunuu (así se llamaba el joven)
salía, la niña era insultada y tratada despóticamente.
En una de las noches de soledad, se transformo en una bella doncella que sacaba
de su boca los hilos con los cuales iba a tejer a su protector chinchorros y
wayucos. Las hermanas, al descubrir los tejidos le hicieron saber a su hermano
que eran obras de ellas. Sin embargo Irunuu descubrió las cualidades de la niña
trasformada en doncella, quien luego castigo a las hermanas convirtiéndolas en
murciélagos; Irunuu enamorado de la niña quiso retenerla pero al tratar de
abrazarla le quedo en sus manos un jirón de telaraña, es decir la bella
doncella se había convertido en araña y desapareció entre las ramas de un
árbol.
Irunuu emocionalmente afectado, al volver a su casa recogió los tejidos y los
guardó para que las nuevas generaciones wayuu aprendieran el arte de tejer. De
esta manera se empezó a difundir por toda la península la variada expresión del
tejido.
Leyenda de Talawayüupana
Dicen que los seres queridos que están en el más
allá pasean entre regiones como el Cabo de la Vela y Punta Espada, pasando por
el Cerro Pilón de Azúcar y la cueva del Diablo, en un eterno ir y venir, entre
los parajes desérticos de la alta Guajira.
Cuentan que cuando uno camina bajo el cielo
estrellado de esta región mítica de Colombia, se puede sentir que la brisa no
descansa jamás. Se podrá dormir en los chinchorros o hamacas de la playa, donde
se ven los radiantes colores del mar caribe al amanecer.
Durante esta acción es importante recordar que los
espectros de los Wayuu están por ahí rondando, se pueden invitar a que entren
en nuestros sueños, pedirles que cuenten sus secretos y así poder escuchar sus
consejos.
En esta cultura se puede contemplar muchas
enseñanzas, puesto que son encaminadas a la convivencia social y la paz del
mundo. Dicen que cuando se asiste a la segunda muerte de un pariente Wayuu, hay
que ponerle atención a lo que el piachi, o palabrero indique. Se podrá oír que
la diosa Pulowi representa la sequía y los vientos del desierto y que Juyá, su
esposo, es la lluvia bienhechora.
Se escucharán historias que empiezan con palabras
como wayuunaiki: etashi wane, que en español quiere decir: Érase una vez. Cada
palabra que se escucha y no se puede entender su significado, no representa
problema, se puede disfrutar de su musicalidad, como si fuera una canción.
Cuentan que cuando se pasa por Punta Espada, se
puede emprender la búsqueda de la piedra del Destino, que en lengua Wayuu se
llama Talawayuupana. Esta es la roca que decide la vida de las personas, para
lograrlo es muy sencillo: quien haya encontrado la piedra, atraviesa el agujero
sin problema y podrá tener una larga vida. Dependiendo de la dificultad para
pasar de un lado a otro, así será de larga o corta la vida.
Es sorprendente la magia que tiene esta región
colombiana son sus creencias, su dialecto, sus sueños y sobre todo sus estilos
de vida. Dicen que cuando se visita esta región, se puede vivir una experiencia
sagrada que nos llenará de emoción, sea wuayuu o arijuna.
Cuentan que estando en la alta Guajira, hay que
anotar todo lo que se sueña cada noche, para que de esta manera se le pueda
pedir al palabrero que los interprete lo que los yolujas o dioses han revelado.
Cuentan que todo lo que se sueña mientras se está en esta región podrá alterar
el futuro de cada persona…
Wareke
siempre hace los dibujos antes de la primavera.
Wareke es una artesana, cuando amanecía ya tenía
hechas fajas y chinchorros. Los wayuu se preguntaban cómo los había
hecho.
Entonces ella empezó a contarles y ellos
aprendieron.
Wareke enseñó primero a una sola mujer.
—Yo les enseño a tejer, si ustedes me dan un burro
o una cabra—, dijo la mujer que aprendió primero.
Entonces los wayuu dieron sus prendas y
collares.
Wareke se enamoró de un wayú y se fugó con él.
El la llevó donde su familia, y la madre del wayú
le dijo:
—Toma este material para que hagas fajas.
Y Wareke se comió todo el algodón. De su boca salía
el hilo ya torcido y preparado. Wareke tejía por la noche y al amanecer ya
tenía una faja hecha.
Wareke observaba a los wayuu cuando tejían en el
telar, entonces ellos decían: —Quítate, tú eres muy pipona. ¿Qué haces aquí,
pipona?
Y ella decía:
—Si supieran ustedes lo que tengo en mis manos, que
tengo los mejores diseños. Y yo se los voy a regalar...
Entonces Wareke y los wayuu se comunicaron para
hacer lo que hoy día es Kannás (telaraña).
Wareke dijo a los wayuu:
—Ustedes creen que yo soy una cualquiera, vengo a
observar que no han podido hacer lo que ustedes aspiran.
Entonces Wareke empezó a hacer un caminito con cada
diseño y ellos entendieron, captaron y aprendieron. Enseñaba a las muchachas
que permanecían en el encierro, les pedía mucha atención, que no miraran para
los lados, que no se distrajeran, pues ella no podía estar enseñando
siempre.
Entonces wayú aprendió de Wareke"
Origen del tejido Wayuu
Cuenta la
tradición Wayuu, que en un sitio no identificado de la península, un joven
cazador se encontró con una niña huérfana, abandonada a su suerte. El cazador
condolido se la llevo a su casa entregándola a sus hermanas, con el fin de
atenderla y enseñarle los oficios femeninos. Las tres hermanas del joven desde
un primer momento rechazaron a la niña lo cual hizo que el mismo se encargara
de sus cuidados y socializaciones. Cuando Irunuu (así se llamaba el joven)
salía, la niña era insultada y tratada despóticamente.
En una de las noches de soledad, se transformo en una bella doncella que sacaba
de su boca los hilos con los cuales iba a tejer a su protector chinchorros y
wayucos. Las hermanas, al descubrir los tejidos le hicieron saber a su hermano
que eran obras de ellas. Sin embargo Irunuu descubrió las cualidades de la niña
trasformada en doncella, quien luego castigo a las hermanas convirtiéndolas en
murciélagos; Irunuu enamorado de la niña quiso retenerla pero al tratar de
abrazarla le quedo en sus manos un jirón de telaraña, es decir la bella
doncella se había convertido en araña y desapareció entre las ramas de un
árbol.
Irunuu emocionalmente afectado, al volver a su casa recogió los tejidos y los
guardó para que las nuevas generaciones wayuu aprendieran el arte de tejer. De
esta manera se empezó a difundir por toda la península la variada expresión del
tejido.
Leyenda de Talawayüupana
Dicen que los seres queridos que están en el más
allá pasean entre regiones como el Cabo de la Vela y Punta Espada, pasando por
el Cerro Pilón de Azúcar y la cueva del Diablo, en un eterno ir y venir, entre
los parajes desérticos de la alta Guajira.
Cuentan que cuando uno camina bajo el cielo
estrellado de esta región mítica de Colombia, se puede sentir que la brisa no
descansa jamás. Se podrá dormir en los chinchorros o hamacas de la playa, donde
se ven los radiantes colores del mar caribe al amanecer.
Durante esta acción es importante recordar que los
espectros de los Wayuu están por ahí rondando, se pueden invitar a que entren
en nuestros sueños, pedirles que cuenten sus secretos y así poder escuchar sus
consejos.
En esta cultura se puede contemplar muchas
enseñanzas, puesto que son encaminadas a la convivencia social y la paz del
mundo. Dicen que cuando se asiste a la segunda muerte de un pariente Wayuu, hay
que ponerle atención a lo que el piachi, o palabrero indique. Se podrá oír que
la diosa Pulowi representa la sequía y los vientos del desierto y que Juyá, su
esposo, es la lluvia bienhechora.
Se escucharán historias que empiezan con palabras
como wayuunaiki: etashi wane, que en español quiere decir: Érase una vez. Cada
palabra que se escucha y no se puede entender su significado, no representa
problema, se puede disfrutar de su musicalidad, como si fuera una canción.
Cuentan que cuando se pasa por Punta Espada, se
puede emprender la búsqueda de la piedra del Destino, que en lengua Wayuu se
llama Talawayuupana. Esta es la roca que decide la vida de las personas, para
lograrlo es muy sencillo: quien haya encontrado la piedra, atraviesa el agujero
sin problema y podrá tener una larga vida. Dependiendo de la dificultad para
pasar de un lado a otro, así será de larga o corta la vida.
Es sorprendente la magia que tiene esta región
colombiana son sus creencias, su dialecto, sus sueños y sobre todo sus estilos
de vida. Dicen que cuando se visita esta región, se puede vivir una experiencia
sagrada que nos llenará de emoción, sea wuayuu o arijuna.
Cuentan que estando en la alta Guajira, hay que
anotar todo lo que se sueña cada noche, para que de esta manera se le pueda
pedir al palabrero que los interprete lo que los yolujas o dioses han revelado.
Cuentan que todo lo que se sueña mientras se está en esta región podrá alterar
el futuro de cada persona…
No hay comentarios:
Publicar un comentario